Los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte en el mundo
Los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte en el mundo, ¿te habías detenido a pensar en cuántos de estos percances hay un niño involucrado ya sea directa o indirectamente? La Organización Mundial de la Salud (OMS), como parte de su Plan Mundial del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011–2020 da a conocer en el documento: “Diez estrategias para preservar la seguridad de los niños en las carreteras”, los aspectos más conocidos para preservar la seguridad de los niños en las carreteras, aunque por supuesto también aplican en otro tipo de vialidades.
Para dimensionar el problema, basta decir que cada cuatro minutos un niño muere prematuramente en alguna carretera o vialidad del mundo. Otros cientos sufren traumatismos, muchos de ellos graves, que además de provocar el sufrimiento físico y emocional del afectado y sus familias, se convierten en un problema económico. Es justamente por lo anterior que la OMS considera que cada país debe adoptar medidas orientadas a mejorar la seguridad vial de los niños, ya sea que vayan dentro o fuera de los vehículos.
El panorama a nivel mundial
Las cifras son alarmantes, cada año, mueren 186,300 niños en accidentes de tránsito en el mundo, es decir, más de 500 niños por día. Según el estudio de la OMS, los traumatismos por accidentes de tránsito se ubican entre las cuatro causas principales de defunción de todos los niños mayores de cinco años.
Ahora, ¿qué es lo que hace tan vulnerables a los pequeñines en los accidentes de tránsito? Principalmente que están limitados por su desarrollo físico, cognitivo y social. Debido a su pequeña estatura puede ser difícil para ellos ver el tránsito a su alrededor, y para los conductores y otras personas verlos. Además, si sufren un accidente de tránsito, sus cabezas más blandas los hacen más susceptibles de sufrir traumatismos craneales graves que los adultos. Los niños más pequeños pueden tener dificultades para interpretar las diferentes señales y sonidos, lo que podría influir en su apreciación de la proximidad, velocidad y la dirección de los vehículos en movimiento.
A nivel mundial el 38% de los niños lesionados o que mueren en las carreteras son peatones –sobre todo en países donde la infraestructura vial es deficiente–, mientras que otro 36% de las defunciones es de niños que viajan en vehículos, principalmente cuando no utilizan un dispositivo de protección. El resto de los infantes que fallecen en carreteras es porque conducen ellos mismos los vehículos o viajan en bicicleta o motocicleta, en la mayoría de los casos sin casco.
Las 10 estrategias
El Plan Mundial del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011–2020 destaca los aspectos necesarios para mejorar la seguridad vial de todas las personas aunque afirma que son los gobiernos los que deben legislar en lo concerniente a riesgos clave tales como velocidad, conducción y consumo de alcohol, cascos, cinturones de seguridad y dispositivos de protección, y aplicación de las leyes vigentes; la construcción de carreteras y la obligación de los fabricantes de producir vehículos con elementos de seguridad apropiados; y el establecimiento de sistemas que proporcionen atención de emergencia rápida a los heridos.
1.- Control de velocidad. La reducción de los límites de velocidad es primordial para proteger a los niños en las carreteras y en cualquier vialidad.
2.- Prevención de la conducción bajo los efectos del alcohol. El riesgo de accidente de tránsito comienza a aumentar significativamente cuando el conductor tiene una concentración de alcohol en sangre de unos 0.04 g/dl.
3.- Uso de cascos por ciclistas y motociclistas. El uso adecuado del casco reduce el riesgo de traumatismo craneal entre los ciclistas en un 69%, mientras que entre los motociclistas reduce el riesgo de defunción en un 40% y el de traumatismo craneal grave en más del 70 por ciento.
4.- Protección de los niños en los vehículos. El uso de dispositivos de protección como asientos de coches para lactantes y niños, elevadores y cinturones de seguridad, dependiendo de la edad, el peso y la altura del niño.
5.- Mejoramiento de la vista y la visibilidad de los niños. Mediante el uso de ropa blanca o de colores claros, o pegando cintas retrorreflectantes en la ropa o en artículos como mochilas, chamarras o chalecos.
6.- Mejoramiento de la infraestructura vial. Tomando en consideración la seguridad, colocar semáforos, cruces peatonales, pasos elevados y carriles confinados para peatones y ciclistas entre otras medidas.
7.- Adaptación del diseño de los vehículos. Exigir la instalación de zonas de absorción de impactos en los vehículos para proteger a los pasajeros en caso de accidente; así como el rediseño de las partes frontales de los vehículos con el fin de hacerlos menos peligrosos para los peatones.
8.- Reducción de los riesgos para los conductores jóvenes. Mayores restricciones para conducir, por ejemplo, las propuestas en los programas de obtención gradual de la licencia de conducir, pueden dar lugar a reducciones significativas del número total de accidentes de tránsito y de defunciones.
9.- Proporcionar atención adecuada a los niños con traumatismos. Capacitar a los cuidadores y maestros para que puedan estabilizar de forma segura e inmediata a los niños con traumatismos es esencial.
10.- Vigilar a los niños en proximidades de las carreteras, calles y avenidas. Es responsabilidad de los adultos velar por la seguridad de los pequeños en entornos viales complejos.